En este artículo, reseñamos los capítulos 5 al 8 de la segunda temporada correspondientes al segundo disco.
Secuelas: El equipo investiga a un violador que ha estado atacando a mujeres en colegios religiosos y que de repente ha parado por seis meses, para empezar a atacar a mujeres de más de 30 años.
En este episodio, la involucración emocional de Elle provoca que el caso no se pueda resolver de forma legal y ponga en peligro su carrera. Las secuelas del ataque en su casa han hecho mella en la agente.
El hombre del saco: El equipo viaja a una pequeña comunidad en Texas para investigar los asesinatos de unos niños, que han sido muertos a golpes dentro del bosque que rodea la ciudad. Mientras, Elle y Hotch se quedan en Quántico resolviendo que hacer a continuación, luego de la investigación interna a la que se vio sometida Elle.
Caso bastante interesante con buenos giros de guión pero que me hubiera gustado que explicaran algo mejor las motivaciones del sorprendente asesino. Por otro lado, Elle no admite que asesinó a Lee a sangre fría pero deja el cuerpo y la serie. Una lástima porque era un personaje que era un buen contrapunto femenino a Morgan.
North Mammon: Un hombre secuestra a tres adolescentes y las encierra en una habitación. Les advierte que sólo pueden salir dos de ellas, por lo que tienen que elegir a cual mataran. El equipo coge el caso cuando una de las madres viaja a Quántico, para pedirle ayuda a JJ, antes de que sea muy tarde.
Una trama inspirada en la saga de Saw aunque obviamente con mucha menos violencia que ademas muestra un pueblo obsesionado con el fútbol y con oscuros secretos.
Planeta vacío: El equipo viaja a Seattle para identificar y cazar a un terrorista que se ha dedicado a amenazar a la ciudad con diversas bombas. Trabajarán mano a mano con un escritor de novelas de ciencia ficción que parece haber sido la inspiración del terrorista e intentarán determinar por qué elige esos objetivos.
Un terrorista obsesionado con acabar con la tecnología y el lado más nerd de Reid conforman un capítulo tremendamente entretenido en el que destaca también el lado humano de Morgan.
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